Como defenderse de un mal jefe

Paso 1. Para debatir ciertamente con tu jefe o cualquier persona, es preferible no debatir. Paso 2. Ponte en los zapatos de tu boda. Paso 3. Déjalos charlar, sin interrumpir. Paso 4. Escuche atentamente. Paso 5. Lee entre líneas. Paso 6. Composición tu razonamiento. Paso 7. Charla relajado y sereno. Paso 8. Admite las críticas. ¿Mucho más elementos?

En el momento en que un jefe o alguien a cargo no hace bien su trabajo, el sitio de trabajo se corrompe. Ciertos lo hacen abiertamente, al paso que otros manipulan a sus usados para emplearlos como instrumentos de su éxito.

Con independencia de sus métodos, un jefe traicionero causa daños irreversibles a su compañía y sus usados, impidiéndoles lograr su máximo potencial y causándoles agobio insignificante.

El microgerente

Los microgerentes son líderes que tienen que meterse en todos y cada uno de los puntos del trabajo del usado, por el hecho de que tienen temor de perder el control.

En vez de realizar todas y cada una de las solicitudes de un jefe, los usados tienen la posibilidad de estudiar a manejarlas de forma capaz.

No lo fuerces

Puede tomar tiempo crear una aceptable relación con tu jefe, en especial en el momento en que deseas compensarlo, pero no puedes ponerlo en utilizar siempre y en todo momento .

Dale tiempo a la relación a fin de que se desarrolle y también procura llevarlo a cabo de manera orgánica.

Ellos asimismo son humanos

Es esencial valorar y admitir los sentimientos para mejor en el momento en que te solicita trabajo, frecuentemente sentimos solo hostilidad, en el momento en que es únicamente una distracción, hay una fallo en la interpretación de los sentimientos del jefe tras varios enfrentamientos entre personas. Y para comprender al jefe asimismo es requisito admitir lo que sentimos hacia él, debemos desarrollar la autoconciencia sensible, esto es, entender qué sientes, por qué razón lo sientes y a quién tanto perjudica en tu relación. No lo limite a ‘estas son cosas que marchan’, pues entonces no da los mecanismos precisos.

Pierde el temor. Lo que mucho más nos atemoriza es el poder, por el hecho de que es lo que verdaderamente nos puede llevar a cabo daño, pero el peor temor es el ambiguo, el que creamos en nuestra cabeza, frecuentemente apoyado en la entendimiento de mitos. en tu beneficio: si es un jefe preocupado por los puntos humanos, es conveniente ofrecerle esa calidez que busca. Si nuestro jefe tiene temor de perder poder, emplea el intelecto sensible distribuyendo tus logros con él y manteniéndolo informado de tu avance. En todo caso, piensa siempre y cuando es un individuo como el resto y trátalo con normalidad, los amos lo respetan y es posible que lleguen a verte como a un igual.

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